sábado, 12 de enero de 2013

Egi, la tercera puerta

1,2,3,4; Un metro. 1,2,3,4; Dos metros... ¡Es una cuestión de matemáticas!.
Fotografía de: Rafael R. con Marcus M.
¿Cuanto tardaría en tocar el fondo un señuelo de egi?... Según el cálculo del fabricante, un señuelo de egi de 20 grs. de 3.5 cm. tardaría entre 3.0 - 3.5 S/M. Claro está que también hay que añadir las condiciones de corriente, viento y estado del mar.
Fotografía de: Rafael R. con Marcus M.
Este fue el tema que debatimos en la tarde de ayer Marcus y yo. Dejarlo posar en fondo de piedras y cantos es sinónimo de "enrocar" y de perder uno de los señuelos, en mi caso, el segundo en tres jornadas que particularmente me (J) pues no son baratos estos juguetitos.
Fotografía de: Marcus M. con Rafael R.
Hemos visionado vídeos y simulaciones, leído el prospecto no sin antes usar un traductor y finalmente, la puesta en práctica de todo lo anterior. Más o menos la teoría se asemeja a la práctica y poco a poco vamos entendiendo la técnica y por supuesto obteniendo resultados que, en cierto modo alivian las bajas producidas en los enroques.
Fotografía de: Marcus M. con Rafael R.
Dos bajas por dos capturas. Mis dos primeras experiencias con calamares en esta nueva puerta que se abre ante nosotros resultaron emocionantes. El "trancón" es como si pillaras una bolsa de plástico, suave pero intenso. A partir de aquí, comienzas a traer al bicho con un cierto lastre, después, cuando ya está cercano y aflora a la superficie, es cuando el calamar pone en marcha su propulsión a chorro.
Fotografía de: Marcus M. con Rafael R
Un tira y afloja divertido que se convierte en táctica de "combate cariñoso" para no perderlo. Desde que comencé en esta nueva modalidad, elegí la Ilicium 2,70 como caña más próxima a los estándares que los japoneses describen para la práctica del egi, aunque bien es verdad que no es la apropiada pero, su comportamiento fue excelente. Combinada con el Stradic 2500 AF y un trenzado mucho menor (creo) que, a 20 libras quizás esté muy sobrado de potencia pero, es lo que hay.
Fotografía de: Rafael R.
Otro problema añadido es la noche. Aquí no hay boya con un luminoso que indique donde está y esto supone que tenemos que estar atentos a la llegada del señuelo a las grandes piedras, que sobresalen del agua con la marea vacía. El roce del bajo o del propio trenzado con estas piedras, que suelen estar algo afiladas por la erosión, nos puede dar un disgusto y decepcionarnos. Quizás sería conveniente utilizar un pequeño micro luminoso, como indicador de situación. Por otro lado puede atraer al cefalópodo que tiene muy buena visión.

¡El egin engancha amigos! Es un sano aviso.

Un saludo.